El rincón al que ningun cuerdo entraría, y que vos estás visitando.

lunes, 25 de febrero de 2008

...


Le enseñaron a no pensar ni razonar, enseñanza vital.
Jamás reaccionar, solo aceptar, eran premisa ideal.
¡Joven cordero te vas a callar!
Maldita obediencia, ideal militar.

El solo quería una vida normal, algo banal.
Tapar los sentidos, una costumbre social.
El silencio le hacía pensar, ¡algo intelectual!
Las ideas hay que matar, nada es casual.

¿Libertad? Una idea animal, nada esencial.
¿Justicia? La has de mirar en algún canal.
¿Paz? Bajo esta bandera no la has de encontrar.
¿Amor? No existe tal cosa, solo procrear.

Tu vida se va a marchitar, te acostumbrarás.
Enciende la TV, lo vas a olvidar.
¿Pensar?, que ingenuo ideal .
¿Algo mejor? Jamás lo sabrás.

Lucha de clases, batalla tribal.
Desenlace inminente e historia oficial.
Poder nacional, autoridad criminal,
masacre inocente, eterno final.



Yotuel

martes, 19 de febrero de 2008

Parafraseando a Einstein


Frases, refranes, proverbios. Siempre me fascinaron. No sabría explicarlo, es la capacidad de ciertas personas de decir tanto en tantas pocas palabras la que me atrae. Una frase puede enseñar mas que un libro, una conversación, y no hace falta aclararlo, mas que unas cuantas materias de la secundaria.

Entonces asi se inaugura esta "sección" en donde iré poniendo algunas de las (a mi modo de ver) mejores frases jamás dichas.

Para empezar Albert Einstein, considerado uno de los hombres mas brillantes de toda la historia. Pero no me interesa de él su inteligencia exepcional, o todos sus para mi incomprensibles conocimientos científicos, sino su sincera humildad y simpleza de espíritu, sus ideales simples y su alegre sabiduría.



Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.


Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.


Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.


El azar no existe; Dios no juega a los dados.


Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío.


No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicarselo a tu abuela.


No sé con qué armas se luchara en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y mazas.


El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.


Estoy absolutamente convencido que ninguna riqueza del mundo puede ayudar a que progrese la humanidad. El mundo necesita paz permanente y buena voluntad perdurable.


Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela.


El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.


Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida.


¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.



Espero que las disfruten tanto como yo...



Yotuel

martes, 5 de febrero de 2008

Noctambuleando.


Honremos a la gran trajicomedia que llamamos vida. Ahí va un texto rápido de madrugada.




Un señor va con su esposa embarazada y sus dos pequeños hijos rumbo a Mar del Plata luego de un agotador año de explotador y mal pago trabajo.

Las primeras 4 horas de viaje son tolerables, las siguientes tres agotadoras y las ultimas insoportables. Maneja a una velocidad promedio y segura por una ruta de un solo carril abarrotada de camiones que viajan en ambos sentidos. Grandes tractores y maquinas cosechadoras circulan una ruta de un solo carril cuya capacidad se ve excedida. La velocidad promedio de 100 km/h se ve reducida al molesto traqueteo de los grandes armatostes que no exceden los 40 km/h.

El viaje ya lleva 10 horas, el conductor esta cansado y tiene el pie entumecido. Sus pequeños hijos inquietos no ven la hora de llegar y no paran de hacérselo notar. Una interminable fila de autos y vehículos pesados hacen necesario un continuo adelantamiento si el conductor desea ir a una velocidad superior a la de un crustáceo.

Claro, todo seria más sencillo si la empresa que cobra peajes exiguos invirtiera un poco mas en la ruta que pide a gritos convertirse en autopista. Los pozos, la falta de señalización y banquina no mejoran la situación. Ahora, analicemos tres posibles desenlaces:


1) El conductor extenuado, harto y con unas incontenibles ganas de llegar a destino comete un error HUMANO, es cierto. Un mal cálculo y una salida precipitada significan la embestida de un camión a una velocidad de 80 km/h.
Saldo: 4 muertos.

Claro, este error HUMANO, tal vez no hubiera sido tal si la autopista que nunca fue permitiera un transito mas fluido que no instara a tantas maniobras peligrosas para llegar a destino.


2) El ya tan mencionado conductor, maneja a tan alta velocidad como su vehiculo de fabricación coreana se lo permite sin moverse como una cometa. Puedo asegurar que no es una velocidad supersónica ni mucho menos.

El viaje se convierte en travesía al tener que esquivar los innumerables baches que adornan la ruta. Un bache del tamaño del monte kilimanjaro hace imposible el esquivarlo. El conductor lo atraviesa, pierde el control y acaba dando trompos hasta detenerse contra un árbol. (Ups, ruta sin valla de contención) Error humano, pero no del conductor sino del empresario que administra la ruta. Y no se hasta que punto será justo llamarlo humano.

Saldo: 4 muertos.

Tal vez ese pequeño cráter en tan segura ruta tuvo algo que ver con el accidente.


3) Volvemos a un punto ya señalado, la falta de señalización. La feliz pareja y sus querubines sueñan con las bellas playas marplatenses (no tan bellas como en las publicidades, pero con cierto encanto sin duda)

El conductor maneja de noche para evitar el tránsito pesado. Las curvas con algo abruptas y no están señaladas. Como las habilidades extrasensoriales del buen conductor no están desarrolladas, no aprecia la curva que se aproxima.
Desprevenido sigue su recto camino. Claro, cual es su sorpresa al enterarse de que ya no esta en la ruta, sino flotando en un hermoso pero algo peligroso río bonaerense. Los autos no saben nadar, claro esta.

Saldo: 4 muertos.

Estoy convencido de que el conductor le hubiera hecho caso a un cartel que anunciara el giro hacia la derecha. Al menos claro, que tuviera unas firmes convicciones suicidas.


Pero por suerte no hay de que preocuparse, las rutas argentinas son seguras (para transitarlas en helicóptero). Solo queda esperar que el progreso traiga a nuestras puertas a esas maravillas de la aeronáutica.



No colabore con las funerarias, si es pelotudo, no conduzca.



Yotuel